Curso de Instructores del Método Billings

Soneto 129

No es frecuente en nuestro blog la publicación de piezas literarias, pero este poema del Bardo de Avon describe tan magistralmente la vileza del corazón impuro, que amerita publicarlo en una página Pro Vida, como es ésta. La sociedad erotizada en la que vivimos, -que nos asquea hasta la náusea- es obra no sólo de los corruptores pornógrafos, sino también de los espíritus lujuriosos que consienten ser corrompidos y contagian pestilencia.



Poema de Shakespeare en el que el célebre dramaturgo describe
 la contradicción psicológica interna que produce la lujuria

Un gasto del espíritu, un vergonzoso gasto,
es la lujuria usada y el acto lujurioso.
Es perjura asesina, sanguinaria y traidora,
extremada, salvaje, bestial, cruel, infidente.

Apenas deleitada, despreciada en el acto.
Buscada sin razón y, apenas conseguida,
odiada sin razón. Como cebo tragada,
puesta adrede, buscando la rabia del que pica.

Febril es en la búsqueda, igual al poseerla.
Sin freno en el recuerdo, en el gozo y deseo,
en la prueba dulzura y después miserable.
Primer canto esperado y después sólo sueño.

El mundo bien lo sabe; mas nadie sabe bien,
evitar este Edén, que a tal infierno lleva.





1 comentario:

Unknown dijo...

Al leer este Soneto tan tortuoso, pienso realmente que el autor, Shakespeare en este caso, debe haber tenido una vida intima muy conflictuada. Algunos eruditos opinan que era bisexual, siendo asì se comprende el porque de su dolor ,arrepentimiento, y autocastigo que trasmite todo el Soneto.